viernes, 25 de diciembre de 2015

CARRERA DEL TURRÓN


Última carrera del año y punto y final a un 2015 maravilloso en cuanto a running se refiere.

Como ya comenté en entradas anteriores, acudía a esta prueba con el objetivo de mejorar mi marca de los 10km y completar así el triplete.

Se da la curiosidad de que cuando llego a Arroyo, veo que el recorrido es idéntico al de la Carrera de Entreculturas que corrí a principios de año.
En aquella ocasión también buscaba batir mi marca, pero un catarro me alejó enseguida de ello.
Por lo tanto, el 2015 terminaría en el mismo lugar donde empezó y con idéntico objetivo.

A priori el recorrido no me hace mucha gracia.
Son tres vueltas a un mismo circuito que, básicamente, consiste en ir por el parque al lado del río y volver por la calle paralela, ya por asfalto.

Tiene fama de ser una carrera propicia para hacer marca, pero yo más bien lo achaco a que es llana y a que en Valladolid y alrededores los diez miles escasean bastante.
El trazado consta de algunos giros bastante cerrados que te obligan a frenar, y además el parque es estrecho y la tierra es más lenta que el asfalto (éstos son mis pensamientos antes de la salida, buscándome excusas por si la cosa no salía como yo esperaba, jajaja).

Sé que estoy en condiciones de lograr el objetivo. Los entrenamientos y los dos tests previos así lo atestiguan, pero aún así estoy nervioso y veo incluso difícil bajar de 40min.

El tiempo a superar es de 39:37 hecho en Segovia en una carrera más corta de esos 10km. En un diez mil real, tenía 39:46.

Si no caían ninguna de esas dos marcas, al menos quería bajar por tercera vez la barrera de los 40 minutos.

Con estos pensamientos me dirijo a la zona de salida y me coloco en segunda fila junto a las mujeres que van a disputarse los puestos nobles de la carrera.
Y a mi lado, cómo no, mi liebre femenina favorita, jaja.
Sé que se mueve sobre la barrera de los 40min, así que es una buena referencia (haría 40:22).

Cuenta atrás y empezamos.


Trato de seguir a mi referencia, que ha salido disparada siguiendo a las dos principales favoritas, que juegan en otra liga.
Me veo bien, tranquilo y controlando un poco el ritmo. Un diez mil a tope es muy duro y agónico, y no se pueden quemar todas las naves desde el principio.

Confío en ganar bastantes segundos en este primer kilómetro, pero sobre todo busco moverme en ritmos inferiores a 4min/km al menos hasta el primer 5.000 y a partir de ahí apretar los dientes y sufrir hasta el final.

Enseguida veo que hoy estoy más fuerte que mi liebre de referencia, así que la supero y ya sólo me centro en los parciales.

Primer kilómetro en 3:41.
Nada mal. Gano un colchón de 19 segundos y con la sensación de ir bastante bien, aunque obviamente no puedo mantener ese ritmo si no quiero acabar arrastrándome en el siguiente kilómetro.

Por suerte para mí, la tercera clasificada femenina me supera, acompañada de otros tres atletas (uno de ellos la iba marcando el ritmo).

Decido seguirles a unos pocos metros, sin subir el ritmo para ponerme a su altura, pero no permitiendo que me descolgaran.

Así completo la primera vuelta, marcando los kilómetros 2 y 3 en 3:53. La cosa va muy bien.
Mientras los tiempos no se me vayan, voy a seguir a ese grupo, ya que van a un ritmo muy constante y me veo cómodo detrás de ellos.



Volvemos a pasar por el parque por segunda vez, y veo que poco a poco me voy acercando al grupo.
Yo no he subido el ritmo, lo cuál quiere decir que la chica está bajando. Decido esperar al paso por el kilómetro 4 para analizar la situación. Lo paso en 3:59.

Ya voy justito dentro de lo que tenía marcado, así que decido apretar un poquito y acercarme a ellos hasta ponerme a su altura. Evidentemente de forma progresiva, nada de tirones a lo loco.

Paso el primer 5.000 en 19:22, marcando el km5 en 3:57.
La primera parte del plan está completada. He conseguido hacer todos los kilómetros del primer 5.000 por debajo de 4min/km, tengo 38" segundos de margen para bajar de 40min y voy en tiempos de MMP.

Ahora toca darlo todo, sufrir y tratar de hacer buena la ventaja ganada.

Sigo integrado en el grupo, pero la chica va muy justa y tiene pinta de que en breve va a "caer".

Último giro para afrontar la larguísima recta de meta de casi 1 kilómetro y paso por el kilómetro 6 en 4:01.

En este punto el grupo se divide: la chica y su liebre se descuelgan y los otros dos corredores tiran para adelante. Y yo en el medio.

Decido tirar y tratar de seguir a los dos atletas que me preceden, pero no tengo su ritmo y no contacto con ellos. Me limito a seguirlos a una distancia prudencial.
Aún así, son una buena referencia.

Última vuelta. Aquí se decide todo.

Kilómetro 7 en 4:04. 
Ay madre... Que ésto se me va.

Intento no venirme abajo, pero es mi peor momento.
No paro de hacer cálculos y de pensar en el resultado final.
Me digo que el bajar de 40min lo tengo hecho, pero no soy muy optimista de cara a bajar ese 39:37.

Kilómetro 8 en 4:03. Siguen las malas noticias.
Al menos son sólo unos pocos segundos por encima del ritmo de referencia, y no parece que la sangría vaya a ser mayor.

A punto de finalizar la recta del parque, formo un terceto con otros dos corredores a los que he alcanzado. 

Tras unos metros los tres juntos, uno de ellos se descuelga y nos quedamos un chico del club local (el de verde) y yo.


Primero él me cambia el ritmo y yo subo detrás de él. Al ponerme a su altura, decido pegar un tirón y tratar de soltarle.
Mi objetivo no es otro que usar esta situación para forzarme a ir más rápido y tratar así de conseguir un mejor tiempo en meta; ganarle o no me da igual.

Al igual que hice yo antes, él me da caza y juntos entramos en el último kilómetro de carrera (km9 en 4:02).

Nada más salir del u´timo giro decido cambiar el ritmo y tirar con todo lo que tengo hasta la linea de meta.
Descuelgo al otro corredor y no pienso en otra cosa que seguir hasta el final.

Ya veo el reloj. Y sonrío. Voy a conseguirlo; por los pelos, pero va a caer mi MMP.

Finalmente paro el reloj en 39:33 y en el puesto 90 de la general, lo cual me deja muy satisfecho.

Creo además que puedo hacerlo mejor, y eso me motiva para un nuevo intento.

Al final he conseguido rebajar mi marca en 4", pero me alegro de haber dejado atrás una marca realizada en un 10mil más corto.

Ahora sí, guinda inmejorable a un gran año y un merecido descanso hasta iniciar la próxima temporada.

El balance de este año ha sido muy positivo:

- Tres maratones (Barcelona, Vitoria y Lisboa), con una MMP de 3:42:54 y el primer maratón internacional junto a mi hermano.

- Mi bautizo como ultramaratoniano (48km)

- Disputar una de las carreras más especiales de mi tierra, la Subida a la Fuente del Sapo

- Bajar la barrera del 1:30 en Media Maratón con una marca de 1:29:34, y siendo algo totalmente inesperado y sin ir a buscarlo, con lo que aún sabe mejor.

- Batir mi marca de los 10km en 39:33 y lograr mejorar mis tiempos en las tres distancias principales.

En el 2016 habrá nuevos retos y trataré de batir mis marcas en las tres distancias, aunque en diez mil y media maratón cada vez me sea más difícil.
Y, por supuesto, disfrutar de mi afición favorita y descubrir nuevas carreras.

Empezaré el año el 16 de Enero con el Trail de Palencia, de 21km, ya en modo "Düsseldorf" activado.


jueves, 10 de diciembre de 2015

CARRERA POPULAR SOLIDARIA "EL TEJAR"


Segundo y último test antes del último objetivo del año: hacer MMP en diez mil el próximo domingo 13.

Tras participar hace 10 días en el Cross de Dueñas, acudo a Boecillo buscando un ritmo medio inferior a 4min/km.
La carrera parece propicia para ello, ya que el trazado consiste en dar dos vueltas a un circuito urbano para un total de 7km.
Además las inscripciones estaban limitadas a 300 corredores, por lo que estaba asegurado que no iba a ser una prueba masificada.

La carrera tenía fines solidarios y era requisito entregar 1kg de alimentos no perecederos al recoger el dorsal.

El día amanece con una lluvia fina y una temperatura que ronda los 9º. A mi gusto, condiciones perfectas para correr; sobre todo este tipo de pruebas cortas.

Llego a Boecillo y aparco sin problemas cerca de la salida. Recojo el dorsal y vuelta al coche a cambiarme.

Justo enfrente hay una calle que está en subida, y decido que tras calentar unos minutos, haré 5 series a tope en ella justo antes de dirigirme a la salida.

Me veo bien y he roto a sudar. Estoy listo, y me coloco en segunda fila.
A mi lado se sitúa una atleta local que ya conozco de otras veces y sé que se mueve en ritmos cercanos a los que me interesan, así que mi plan es seguirla y tenerla como referencia.

Palabras de la alcaldesa y empezamos.

Salgo sin ningún problema y desde el principio puedo coger el ritmo que quiero llevar, en este caso, seguir la estela de mi referencia femenina.



El primer kilómetro lo paso en 3:36. Me asusto sólo con verlo, pero sé que he pegado un buen mordisco y he ganado unos segundos preciosos de cara a mi objetivo final.

Poco a poco trato de estabilizarme y encontrar un ritmo que pueda mantener durante toda la carrera, y siempre siguiendo a la primera chica.



El kilómetro 2 lo realizo en 3:48. 
Me veo un poco forzado, no voy suelto y poco a poco mi referencia me va sacando unos metros, y voy siendo superado por varios corredores.

Estoy sufriendo y aprieto todo lo que puedo. Trato de no descolgarme del todo y al menos tener a mi referencia a la vista. Sería un golpe moral muy duro el perderla.

Kilómetro 3 en 4:02 y se confirman mis sensaciones. Las piernas no van al ritmo que me gustaría, y la distancia con la primera chica va aumentando.

Completo la primera vuelta y ni me fijo en el tiempo. Para cumplir mi objetivo debía bajar de los 28 minutos en línea de meta.


El kilómetro 4 es aún peor; 4:07. El objetivo se complica...
Me da mucha rabia pensar que no soy capaz de correr a ritmos por debajo de 4min/km.

Hace 10 días en Dueñas me pasó lo mismo, y el domingo entrenando también: después de los kilómetros iniciales a buenos ritmos, sufro un bajón y me pongo por encima del ritmo de referencia.

Por suerte, parece que las sensaciones mejoran y veo que recorto metros a la primera chica.
Puede ser por que ella esté bajando el ritmo al tener controlada la carrera, pero el paso en 3:54 por el kilómetro 5 me indica que estoy de nuevo en el camino correcto.

Gano muchísima moral y me acerco cada vez más hasta superarla y dejarla atrás.
Me uno a un grupo de corredores y me digo a mí mismo que no voy a dejar que ninguno me gane sin dar todo lo que tengo.

Kilómetro 6 en 3:58 y aprovechando una de las calles que pican hacia arriba del circuito me pongo a liderar el grupo.
Ahora el objetivo está claro: tirar hasta el final y no dejar que me supere nadie.

Me siento pleno de fuerzas y de moral. He superado el bache de mitad de carrera y sé que voy a lograr mi objetivo.

Último kilómetro subiendo un poco el ritmo pero con la sensación de ir guardando aún una última bala, mirada atrás para confirmar que no hay nadie cerca, y entrada en meta en un tiempo de 27:09.


El último parcial ha sido de 3:46.

Estoy muy contento con mi carrera. He cumplido el objetivo marcando un ritmo medio de 3:54 min/km y bajando holgadamente de los 28 minutos.

El último test ha sido muy satisfactorio, pero ahora queda demostrarlo en el 10 mil del domingo.
Voy con confianza y con ganas de hacer un buen tiempo.
Eso sí, si no cumplo el objetivo tampoco voy a llorar; habrá sido un excelente entrenamiento de cara a la preparación de los objetivos fijados para 2016 que ya iré comentando más adelante.

Al ver las clasificaciones, compruebo que he sido el 48 de la general (307 corredores) y el 9º de mi categoría.



sábado, 28 de noviembre de 2015

CROSS CIUDAD DE DUEÑAS


Como ya comenté en la entrada anterior, este período post maratoniano me apetece dedicarlo a la velocidad y las carreras cortas.

He reducido mucho los kilómetros semanales y aumentado la intensidad de los ritmos. Me lo pide el cuerpo.
Ya estoy saturado de rodajes largos a más de 5min/km. Quiero volver a acercarme a los ritmos del pasado año, cuando bajé en dos ocasiones de 40min en 10km y de 19min en 5km.

Creo que son muy buenos resultados teniendo en cuenta que entreno por libre y tres días semanales.

Este 2.015 lo he dedicado casi en exclusiva a coger fondo y afrontar las maratones con más garantías, por lo que ahora estoy motivado por comprobar si puedo volver a moverme en ritmos inferiores a 4min/km.

En este año he batido mis marcas de maratón y, sobre todo, de media maratón, con ese fantástico 1:29:34 de Palencia hace 20 días.

Sin embargo, mi MMP de los 10km es de 2.014, y este año la única tentativa en la distancia fue fallida.
Por lo tanto, me he fijado como objetivo intentar poner la guinda a la temporada con un triplete de MMPs y tratar de mejorar mi tiempo en el diez mil.

La carrera elegida será la Carrera del Turrón que se disputará el 13 de Diciembre en Arroyo.

Tiene fama de ser una carrera bastante propicia para buscar marca, además de ser uno de los escasos diez miles de Valladolid. Yo no la he corrido nunca, así que no puedo opinar sobre su recorrido.

Esta carrera se encuentra en el medio de la planificación que tengo hecha hasta mediados de enero, donde volveré a aumentar kilómetros y acudiré a carreras de más distancia.

Hasta entonces, los crosses serán el tipo de prueba predominante que disputaré.

Y el primero de ellos, este Cross Ciudad de Dueñas que con ésta celebraba ya su 24º edición.

Carrera gratuita con excelente organización que se disputa sobre un recorrido conocido como "del Salmonero", sobre el que hay que dar una primera vuelta a un recorrido corto y cuatro a otro más largo, para un total de 7.600 metros.

El terreno es mitad hierba, mitad camino de tierra; pero siempre con un firme irregular. No presenta giros bruscos y tiene una rampa corta de cierto desnivel y una recta de contrameta bastante larga que siempre va picando hacia arriba y que finaliza en la rampa anteriormente citada.

Casi 700 atletas inscritos y muchos de los "gallitos" de la Comunidad presentes. Este tipo de carreras siempre tienen mucho nivel y acude gente que corre muy deprisa.

Un poco pasadas las 13 horas y con un día estupendo para correr, aunque eso sí, con un aire bastante fuerte que se dejó notar, empezaba la carrera.

Mi objetivo estaba claro: bajar de 4min/km de ritmo medio.
Sabía que no iba a ser fácil, porque en este tipo de carreras siempre se va más lento que en asfalto debido al terreno, pero confiaba y, por qué no reconocerlo, me exigía hacerlo.

Salgo en segunda línea para perder el menor tiempo posible, aunque eso me cuesta ser superado por multitud de atletas que van como tiros.





Empezamos por la vuelta pequeña de 1 kilómetro, la cuál realizo en 3:48.

                                                                                     




Ahora nos desviamos al camino de tierra, y a la larga recta de contrameta anteriormente señalada. 
El fuerte viento sopla en contra justo en ese tramo, endureciéndolo aún más.
A esos ritmos, cualquier mínimo obstáculo (desnivel, aire...) se nota muchísimo.




Mi carrera transcurre en un tono bastante regular, como muestran los parciales (3:48-3:56-4:05-4:06-3:55-4:06 y 3:59, más los 600 metros finales en 2:30).

Pasé el 5.000 en 19:50.




A mitad de carrera pasé mi peor momento y no lograba sentirme cómodo, pero luego volví a marcar un par de buenos parciales más.








Es cierto también que ya el cuarto paso por contrameta y subir la rampa se me hizo duro, y entré pidiendo la hora en un tiempo de 30:26.





Ritmo: 4min/km clavados.
Y la verdad, no sé si es bueno o malo.

Es cierto que el terreno era irregular, más lento que el asfalto y que además medio circuito picaba hacia arriba con bastante aire en contra; pero también que aún quedaba mucho hasta los 10 kilómetros y llegué muy muy justo.

Pero, en general, estoy satisfecho con mi carrera de hoy. Ha sido un inmejorable entrenamiento de cara a afinar mi estado de forma.

Al terminar, bolsa del corredor con aquarius, barrita, fruta, un objeto de cerámica conmemorativo y unos calcetines técnicos de la carrera.
Recuerdo que la inscripción era gratuita.

Carrera muy recomendable a la que seguro volveré. Gratis, buena organización, mucho nivel y buena bolsa del corredor.

El próximo Martes 8 de Diciembre haré otro test de cara al objetivo marcado y participare en la Carrera de El Tejar en Boecillo, de 7km.
De nuevo, saldré a buscar el sub 4min/km de ritmo medio.




sábado, 21 de noviembre de 2015

MARATÓN MONTES TOROZOS (RETIRADA)


Pues como indica el título de esta crónica, este IV Maratón de los Montes Torozos se ha convertido en mi primer abandono en la distancia.

Se da el caso, curioso cuanto menos, de que mi hermano abandonó también en esta prueba hace justo un año. Y hoy yo he seguido sus pasos, jaja. Será que me daba envidia.

La participación en esta carrera tuvo poca historia.
Tras la Maratón de Lisboa, mi hermano dio por cerrada la temporada, y yo aún tenía un poquillo de mono, así que me inscribí a la que sería mi cuarto encuentro con la distancia mítica.
Cercano, barato...; la opción perfecta para poner el broche final a un año fantástico a nivel de carreras y resultados.

El plan era ir tranquilo en el grupo de 5:30 toda la carrera. El tiempo me daba igual, se trataba de disfrutar y sumar un maratón más.

Así, el Domingo a las 7:15 salía hacia Torrelobatón (el pueblo donde este año estaban situadas la salida y la meta) bajo una cerradisima niebla.

Tras aparcar, me dirijo al castillo, en cuyo patio de armas se recogían los dorsales. La verdad que tener los baños, vestuarios, salida y meta en el interior de un castillo tan bien conservado como éste es una experiencia única y digna de agradecer a los organizadores.

Cuando todo está preparado para empezar, nos comunican que la Guardia Civil no permite que se dé la salida porque con la niebla no garantizan la seguridad de los corredores.

A mí me da pereza volver a bajar al coche y no he dejado ropa en el vestuario, por lo que me quedo esperando con la ropa de correr.
Nos comunican que mínimo en media hora es seguro que no se corre.
La niebla no da señales de querer levantar y, finalmente, tras 45 minutos de espera, nos anuncian que a las 10 se dará la salida.

Estoy animado y con ganas de disfrutar.
Me saluda un corredor con el que coincidimos en el tren en la Maratón de Lisboa y nos contamos un poco objetivos maratonianos futuros.




Busco a la liebre de mi grupo para colocarme, y esto empieza.

Salimos del castillo y hacemos un breve recorrido circular por el pueblo para enfilar la carretera hacia Castrodeza.



Por delante una dura cuesta de 3 kilómetros que el año pasado fue del 17 al 20 y que en esta ocasión te pillaba con las piernas fresquitas.





Me coloco en posiciones delanteras, que no quiero ir encerrado entre la gente.
Somos un grupo numeroso y los ánimos están intactos. Las bromas y las risas se suceden mientras sin darnos cuenta superamos la cuesta y llegamos al desvío hacia Castrodeza.









Ahora el terreno es muy favorable durante bastantes kilómetros.
La niebla es muy densa la sensación es de muchisima humedad: llevo el pelo como si saliera de la ducha.
La temperatura no es excesivamente fría (rondábamos los 5 grados) y no hacía aire, cosa sorprendente por estos parajes; pero la niebla provocaba que la sensación térmica fuera mucho menor.

En el kilómetro 9 decido hacer una rápida paradita técnica a eliminar líquidos. Sin mayores apuros y apretando el ritmo unos cientos de metros consigo volver al grupo y de nuevo ocupar las posiciones más delanteras.

Mi estado de forma es muy bueno y voy muy cómodo y disfrutando.

Un kilómetro más tarde y tras 53 minutos de carrera, me dan unos retortijones en el estómago que me obligan a parar inmediatamente.
No quiero profundizar en muchos detalles, pero el estado de lo que salió de mi interior me indicaba que algo no iba bien.

De nuevo en marcha y descolgadísimo de un grupo al que no veía a causa de la niebla, decido apretar a tope para volver a enlazar con ellos. No quería hacer 32 kilómetros yo sólo por una carretera y bajo esa niebla.

Empiezo a marcar parciales suicidas para mí: 4:48, 4:50...
Total, 5 kilómetros por debajo de 5'/km con el único objetivo de volver a entrar en el grupo.



Por fin, aparecen sus siluetas entre la niebla y respiro aliviado. Unos kilómetros más a esos ritmos y no llego ni al 30. Y más con las piernas aún un poco cargadas tras la MMP de la media de hace siete días.

Rebaso al corredor que cerraba el grupo y cuando ya estoy tocando mi objetivo con la punta de los dedos, un nuevo apretón estomacal que me hace tirarme a la cuneta y volver a ponerme en cuclillas. No me lo podía creer. Todo el esfuerzo realizado para nada.

Asqueado, vuelvo a la carretera, donde una ciclista de la organización me espera para acompañarme y que no vaya sólo.
No tengo ni ganas de correr. Me da muchísima rabia el haberme pegado una paliza persiguiendo a un grupo invisible y, cuando por fin están ahí, vuelven a desaparecer.

Empiezo a correr. Voy entero de piernas y vació de motivación. Me empiezo a estabilizar en ritmos en torno a 5:10.

Por fortuna, la ciclista que me acompaña es una mujer muy simpática que me ayuda muchísimo. Vamos hablando continuamente y le explico mi "situación" estomacal.




Le digo que no sé si seguir o retirarme, porque tengo fatal el estómago y no asimilo nada. Cada vez que como o bebo algo, al poco he de parar a echarlo. Me desmoraliza mucho esta situación, porque de piernas voy como nunca, y también me preocupa, porque puedo deshidratarme y sufrir calambres.



De esta guisa van transcurriendo los kilómetros, hasta que en mi sexta parada a cagar (imaginaos lo desesperante de mi carrera...) noto unas ligeras ganas de vomitar. 
Kilómetro 33 de la prueba y decido que ya es suficiente.
No quiero forzar mi cuerpo más.
Hoy no tengo bien el estómago; se asume y no pasa nada.

Un coche de la Guardia Civil aparcado en el arcén para atender a otro corredor me sirve para despedirme de mi inmejorable acompañante, a la cual doy desde aquí todo mi agradecimiento por su ayuda y apoyo. 

No estoy ni cansado, pero es que no me apetece correr más así. Habrá otras maratones y he aprendido la lección: hay que abrigarse antes de empezar a correr.

Un coche de la organización me recoge y me lleva a Torrelobatón.
En un principio siento rabia y me arrepiento de no haber terminado. Eran 9 kilómetros más y sumaba mi 7ª maratón.
Pero después en frío creo que hice lo correcto. Hay que escuchar al cuerpo y no olvidar que esto es sólo una afición. Si no es el día, se para y punto. Maratones sobran, y lo importante es tener salud para poder ponerte en la línea de salida del siguiente.

Tengo una cuenta pendiente con esta carrera, y puede que en un año vuelva a cobrármela.
Eso sí, el abrigo y el paquete de clinex serán mis compañeros ineludibles de viaje, jaja.

Se acabaron los maratones durante un tiempo, y toca pensar en planificar los del próximo año.
El 24 de Abril estaremos en Düsseldorf. Ese es seguro.
La idea es acudir también el 9 de Octubre al primer Maratón de Burgos, ciudad donde reside mi hermano.
Y el resto, un abanico de opciones entre las que caerá alguna (Palencia, Pamplona, San Sebastián, Oporto)

Lo más inmediato, descansar y correr alguna carrerita más corta donde pongamos las patas a ritmos exigentes. Llega la temporada de crosses, ideales para coger fuerza, y me dejaré caer por alguno.