domingo, 16 de febrero de 2014

CARRERA MONUMENTAL CEBE CIUDAD DE SEGOVIA


El mes de Febrero lo he reservado para carreras "pequeñas". Nada de medias, maratones o montaña (ya llegará todo eso...). Quería un mes para disfrutar de ser corredor popular; sin tiempos ni desafíos. Sólo correr.
Un mes para desconectar por completo y prepararme mentalmente para afrontar a tope los retos que se presentan esta temporada.

Esta carrera es la segunda de las tres que correré este mes, y sin duda es el plato fuerte.
Son 10km por el centro de Segovia, pasando por todos los monumentos más representativos de la ciudad.
Y correr por Segovia significa una cosa: cuestas y adoquines.

Esta carrera fue mi debut en este mundillo el año pasado. Entonces, la dureza del recorrido me pasó factura y acabé exhausto en 45:27.
Este año la cosa era muy diferente, y quería bajar de 42 minutos. Era mi única pretensión, y consiguiendo eso me daba por contento.

La carrera empezaba a las 11h, con lo que no había que madrugar. Además, después de más de una semana de lluvias constantes, ha hecho un día muy bueno. Y con 1º positivo, lo cual es casi milagroso en esta carrera (se venía de -7º y -4º en las dos ediciones anteriores).

Había quedado con mi amigo Alejandro a las 10:30 en el acueducto, para calentar y salir juntos. Los momentos previos a la salida sirven para hacer planes de futuras carreras juntos y comentar los próximos retos que vamos a afrontar.

Por fin, pistoletazo de salida y a correr.
Los primeros dos kilómetros son de bajada, lo que sirve para ir soltando las piernas y poco a poco "entrar en calor". Sobre todo teniendo en cuenta que a continuación se afrontaba la subida por la Cuesta de Los Hoyos, de 1´5km.

En la bajada soy yo quien lidera y Alejandro va siguiendo mi estela. Sé que es algo puntual, ya que él está muy muy fuerte, y no podré seguirlo cuando cambie el ritmo. Y efectivamente: al inicio de la subida empieza mi carrera en solitario mientras veo alejarse a mi amigo.
En ese momento, me fijo en una corredora que es una habitual del podio en las carreras de Valladolid y que marcha en segunda posición. Veo que la puedo mantener la leve distancia que me saca, y sé que si aguanto su estela bajaré de esos 42 minutos sin problemas.

Tras subir la Cuesta de Los Hoyos, el recorrido nos lleva hacia el Alcázar. Esa parte tiene una cuesta corta pero bastante dura, y se me atraganta un poco. Sé que después el terreno llanea, por lo que fuerzo para no dejar marchar a mi liebre femenina.
Bordeamos el parque del Alcázar y afrontamos una calle bastante larga que pica siempre hacia arriba y que si vas mal hace mucho daño. El año pasado este tramo me mató y me dejó muy tocado para el resto de la carrera.
Sin embargo, hoy lo he pasado sin muchas dificultades, y llegaba con fuerzas al siguiente punto importante: la subida por la calle real.

Una vez en la Plaza Mayor, comienza un callejeo continuo por el casco antiguo de la ciudad. Calles estrechas, mal asfaltadas y con giros bruscos. Además, algunas de ellas son de fuertes bajadas, lo que te carga mucho los cuadriceps al frenar para afrontar las curvas.

La carrera parece que está hecha, pero aun guarda un "regalo final". En la iglesia de San Millán, hay una rampa que llega a la recta de meta. Y esa rampa es demoledora. Es un punto que deja clavados a todos los corredores, ya que llegas lanzado de las bajadas y con bastante castigo ya en las piernas. Salir fuerte o tocado de ahí para afrontar la recta de meta te hace ganar o perder muchas posiciones.
Yo sufro como todos, pero la paso mejor que los atletas que están en mi grupo.
Mi liebre también sufre la dureza de este tramo, lo que me permite ponerme a su par y entrar en meta junto a ella en un tiempo de...39:37!!!




Como??? Ni me lo creo. Me había visto muy bien; pero de eso a hacer marca personal y bajar de 40 minutos... Esa barrera la daba por imposible, y la he ido a superar en la carrera que menos pensaba en ello. Una guinda inmejorable.

Quería destacar la espectacular organización de esta carrera. Sorprende que sea una prueba de 10km, pero de verdad que un 10 para los organizadores porque el trabajo es brutal, y te da la sensación de correr una carrera de las "grandes".
La bolsa del corredor es escasita, aunque es cierto que los elementos principales, dorsal y camiseta, están muy bien. Sin embargo, el avituallamiento de meta es bastante completo, con agua, Coca-Cola, aquarius, naranjas y un batido "recuperador" de Herbalife (bastante rico, por cierto).

Ademas, aprovecho también para dar las gracias a Sara por su apoyo y fotos, y a todos los ex alumnos míos y sus familias que me han transmitido sus muestras de cariño y ánimos durante la carrera.

En resumen: una carrera muy recomendable. Recorrido exigente y bonito, una organización espectacular, y mucho ambiente. En el terreno personal, pues un día redondo.
Siguen las buenas sensaciones de las últimas carreras, sigo siendo capaz de mantener buenos ritmos sin sufrir demasiado, y llegando con fuerzas al final. 
Mi objetivo era disfrutar, y eso lo he cumplido con creces. Y esa marca personal sabe muy bien, la verdad.
Un gran día.













No hay comentarios:

Publicar un comentario