domingo, 30 de marzo de 2014

MEDIA MARATÓN DE SEGOVIA


Tercera y última carrera del mes de Marzo, y una de las más especiales del calendario.
Hace justo un año, fueron las ganas de correr esta prueba las que me hicieron comenzar mi andadura en esta maravillosa afición del atletismo popular.
En Segovia, ciudad donde resido, eres "alguien" cuando cruzas el acueducto tras recorrer esos 21.097 metros por sus calles. Todo el mundo habla de ella; todo el mundo la corre o se echa a la calle para animar. Se respira ambiente de media en cada esquina. Es un acontecimiento para la localidad. 

El año pasado, como decía antes, decidí que yo también iba a participar en esta ya tradición segoviana. Sin embargo, una inoportuna lesión me privó de bautizarme como "atleta", por lo que he tenido que esperar 378 días a que llegara ese momento. 30 de Marzo. Una nueva oportunidad de ser "alguien".

Inscrito desde el mismo día que se abrieron las inscripciones, sólo deseaba que las lesiones me respetaran esta vez.

Dado que 7 días después voy a correr 35km por montaña en Miranda de Ebro, esta carrera no la haría al 100%. Eso lo tenía muy claro.
Por lo tanto, me ofrecí de liebre-acompañante a mi hermano para intentar bajar su marca de 1:40. La idea me motivaba mucho y se ajustaba a la perfección a mis necesidades.

El Viernes fui a recoger el dorsal y la bolsa del corredor. 
Este año la camiseta que entregaban es sencillamente espectacular: camiseta técnica Brooks de manga larga de color naranja. Muy muy bonita.
Viaje relámpago a Valladolid, y el Sábado por la noche ya estaba de vuelta en Segovia con mi hermano.
Cena y prontito a la cama, que adelantaban la hora y había que estar descansados.

A las 8 de la mañana suena el despertador y nos ponemos en marcha.
El día amanece con una lluvia muy fina y sin aire. Temperatura ideal para correr.

Media hora antes de la salida llegamos al acueducto, donde me reúno con algunos compañeros de FFDR y nos hacemos unas fotos para inmortalizar el momento.



Después, me sitúo ya con mi hermano y mi amigo Alejandro. 
Nuestro objetivo fundamental es bajar de ese 1:40, pero vamos a marcarnos el 1:38 como objetivo real. No es un recorrido para buscar marca, así que ese tiempo nos dejaría realmente contentos.

A escasos 10 minutos de la salida, mi hermano se da cuenta de que no llevo puesto el chip. Se me ha olvidado!!!
Así que sprint cuesta arriba a casa a por él y vuelta al acueducto. Madre mía que sudada.
Llego por los pelos, empapado en sudor y bastante cansado; pero llego.

Cañonazo de salida y a correr!!

Salimos muy atrás, y no podemos correr durante el primer kilómetro.
En el km2 comienza una subida bastante larga en la que se empiezan a abrir los primeros huecos. Aun así, hemos perdido muchísimo tiempo, y pasamos por el km4 en 20 minutos. 
A 5'/km!!! Qué horror!!

A esas alturas de carrera ya vamos corriendo a ritmos cercanos a 4:30, pero el tiempo perdido en los dos primeros kilómetros parece una losa demasiado pesada para cumplir nuestros objetivos.

Hablamos, y decidimos no cebarnos. Las sensaciones son muy buenas y vamos a muy buen ritmo. Eso es lo importante.

Llegamos a San Lorenzo, y arañamos 1' en los km 5 y 6, a ritmo de 4:30 y muy cómodos.

A continuación, la carrera nos lleva a la zona del río, donde se corre por una pista de tierra (con un tramo de arena incluido). Al final de la Alameda hay una fuerte subida y un posterior estrechamiento que dificultan bastante poder mantener un ritmo constante.

Y llegamos al primer tramo duro de verdad: la subida de 1´5km desde la Fuencisla hasta el acueducto. el primer tramo es más suave, pero la segunda parte es muy dura y exigente.
A mitad de dicha subida se encuentra el km10, por el que pasamos por unos horrorosos 48 minutos largos. Me da mucha rabia, porque nuestro ritmo es muy bueno (entre 4:30-4:35), pero por culpa del inicio no se va a ver reflejado en el tiempo final.

Por fin, llegamos al acueducto, y afrontamos el punto más espectacular de la carrera: la subida por la Calle Real abarrotada de gente que no para de animar a ambos lados de la calle. Impresionante. Te hace sentir que estás haciendo algo importante; meritorio, como me dijo mi hermano. 

Ahora la carrera se mueve por el centro histórico de la ciudad: judería, Alcázar, Plaza Mayor...
Las calles son estrechas y adoquinadas, pero no hay grandes desniveles.
En un punto de la carrera me encuentro con Sara, que está de voluntaria. Me acerco y me paro a darla un beso, y vuelta al lío.

Mi hermano va genial, muy fuerte y a un ritmo muy constante. Me alegro mucho por él, porque sé lo mucho que está entrenando para su debut en la maratón (si no se tuerce nada, el 1 de Junio repetiremos dúo en Aguilar de Campoo).

El recorrido nos aleja de las murallas y nos lleva a la Segovia más urbana. Vuelven los tramos de subida, en especial la calle José Zorrilla, donde además empieza a llover con más fuerza.
Le digo a mi hermano que es la última rampa, el último gran esfuerzo. El resto son calles que ya sólo "pican" hacia arriba y luego los 2km de bajada final.
Apretamos los dientes y vamos a por la última parte de la carrera.

Llegamos al barrio de La Albuera, con calles largas y feas, algunas de ellas picando hacia arriba. Si se va mal es un tramo que puede hacer mucho daño.

Volvemos a ver el acueducto y enfilamos la bajada hasta Fernández Ladreda, donde sólo queda la recta de meta.






Está hecho.
Nos relajamos y disfrutamos de lo que estamos a punto de conseguir.
Mi tercera media maratón está en el bolsillo. Y no es una media cualquiera. Es "LA MEDIA". La que te convierte en "alguien" en esta ciudad que ama el atletismo de forma especial.

Tenemos pactada la entrada en meta: saltar el uno hacia el otro y chocarnos en el aire justo debajo del arco. Es nuestra forma clásica de celebrar las victorias. Y ésta bien lo merece.

Al pasar el arco, mi hermano para el reloj, que marca un tiempo de 1:38:13. Menuda alegría!!!
Hemos conseguido el reto que veníamos a buscar y, lo mejor de todo, con unas sensaciones muy muy positivas. 
Si hubiéramos podido correr más normal los 2 primeros kilómetros, habríamos estado rondando el 1:35.
Pero ya habrá carreras para eso. Mi hermano lo tiene en las piernas de sobra.

Recogemos nuestra merecida medalla y nos vamos a casa muy contentos y satisfechos.

Para mí ha sido una experiencia increíble correr junto a mi hermano esta carrera. Todo ha sido perfecto, y juntos venceremos seguro esos 42km el día 1 de Junio. Qué ganas!!!

Y qué decir de esta carrera...
Sin duda la mejor y más bonita media maratón urbana de España. Por el recorrido, por la animación espectacular, por una ciudad volcada con esta carrera, y por el mejor arco de meta que se puede cruzar en el mundo. Esta carrera es una experiencia única y merece la pena correrla al menos una vez.

Próxima parada: Miranda de Ebro, donde 35km y 3,200m de desnivel acumulado me esperan. No tengo ni idea de cómo saldrá la cosa, pero el reto me motiva mucho, aunque me da respeto.
Sabremos el desenlace en una semana!!

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