El año que acaba de terminar ha sido el de mi debut en este mundillo de las carreras populares.
La cosa empezó con un "calentón" navideño: -"Voy a empezar a correr y a hacer la media de Segovia"-; fueron mis palabras.
Acto seguido, me inscribí en mi primera carrera: La "Monumental Ciudad de Segovia".
Y empezó la puesta a punto para el gran debut: el 2 de Febrero. Un mes.
Dos días a la semana; martes y jueves.
Martes 10km y Jueves una vuelta de unos 35 minutos más o menos.
Las sensaciones y los rítmos eran cada vez mejores, y ni siquiera un pequeño dolor en la rodilla izquierda me alejaba de la euforia que sentía.
Por desgracia, el dolor aumentó, y pasó de pequeño a moderado.
Me molestaba al andar y me hacía cojear levemente, pero como a la hora de correr no sentía dolor, mis planes seguían adelante.
Y llegó el gran día.
Mi primera carrera. Nervios. Ganas de hacerlo bien y demostrar lo que había conseguido entrenando.
Sabía que el primer kilómetro y medio era de bajada, así que salí lanzado. A partir de ahí, empezaron las cuestas y el sufrimiento. Sin embargo, con mucho de pena y algo de gloria, el objetivo estaba cumplido: "45:27", y mi primera carrera terminada. (Ojo al "disfraz que lucí ese día. Sin comentarios...)
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